PROBIOMA

  Quién no ha sentido ese aroma que sale de alguna cocina cuando se visita a algún familiar o amigo. Aroma inconfundible que impregna todo el ambiente e invita a entablar una buena charla mientras se disfruta de un platito de mote, de tamales, de chicha o de rosquitas llenas de queso. Es que el maíz es eso: diversidad, encuentro, sabores, colores, cultura, familia e historia y hay que protegerlo. #NoMaízTransgénico #ElMaizEsMiRaiz #AgroecologíaEsSalud

  En nuestras memorias guardamos ese momento en que junto a mamá o a la abuela nos sentábamos para ayudar a desgranar el maíz o elegir las mejores chalas para armar los tamales. Aunque intentaras ser rápido no podías dejar de distraerte y dar rienda suelta a la imaginación, pues de pronto aquellos restos del choclo se transformaban en bailarinas con faldones amplios y cabelleras de colores, o cualquier cosa que pudieras crear en tu mente. Sin duda, el maíz es parte de nuestra vida, nuestra esencia y por eso es que debemos proteger la gran variedad que tenemos, pues con el maíz transgénico éstas van a desaparecer. #NoTransgénicos #ElMaizEsMiRaiz #AgroecologíaEsSalud

  ¡Un choclito con queso y se te reinicia la vida! En la rutina de un boliviano es casi imposible no encontrarse con un puesto de choclo, choclo acompañado de una porción de queso o quesillo. Algunos se colocan alrededor de la olla por si es necesaria una segunda ronda y otros se ven tentados de llevarlo como tapeque o avío. El maíz, en sus distintas preparaciones, ha estado presente en nuestra mesa; y sus semillas se intercambiaron y cuidaron por generaciones, hoy con las semillas transgénicas ponemos en peligro ese legado. #ElMaizEsMiRaiz #NoTransgénicos #AgroecologíaEsSalud